La violencia puede ejercerse de diferentes maneras, más o menos sutiles, y siempre resultan hirientes e inaceptables.
VIOLENCIA VERBAL
La violencia verbal significa alzar la voz, usar la voz grave, gritar, maldecir, insultar a otros, etc. El objetivo es mostrar que estamos enojados para asustar, para dominar. Hay una gran necesidad de ser escuchados.
VIOLENCIA PSICOLÓGICA
La violencia psicológica es la más sutil, la más difícil de reconocer, pero muchas veces es la que más duele, deja huellas muy difíciles de borrar. La violencia psicológica afecta la estima y la confianza de la otra persona y la hace más frágil y vulnerable, y por lo tanto más fácil de dominar y controlar.
Denigración (“eres estúpido, eres feo, no sirves para nada”, etc.)
Manipulación emocional (hacer que la otra persona se sienta culpable por todo lo que está mal en nuestra vida)
La amenaza (de golpizas, represalias, violencia hacia el nuevo cónyuge, etc.)
Control (de la ropa, de las asociaciones, de las salidas, etc.)
Chantaje (“si no haces esto, aquello…”)
VIOLENCIA FÍSICA
La violencia física es sin duda la forma de la que más oímos hablar. Parece ser el que más molesta. A menudo aparece cuando otras formas de violencia ya no son suficientes para conseguir lo que queremos. La mayoría de los hombres que hemos conocido tienen dificultades para reconocer que pueden utilizarlo, probablemente sea lo que más les avergüenza.
La violencia física no se trata sólo de golpear a otros. Es cualquier uso de la fuerza física para herir a otros, asustarlos, demostrar nuestra superioridad. Esto es por ejemplo: golpear la mesa, dar portazos, arrojar objetos (causando lesiones o no), golpear a la otra persona, retenerla, empujarla, impedirle salir de la habitación, apretarle el brazo, tirarle del pelo, romper cosas. perteneciente a él, etc.
VIOLENCIA SEXUAL
La violencia sexual es una de las formas de violencia doméstica de las que menos se habla. De hecho, parece que reina una cierta confusión dado que la sexualidad en sí misma sigue siendo a menudo un tabú incluso dentro de la pareja.
De hecho, la violencia sexual es cualquier conducta con una connotación sexual no deseada por la víctima. Por tanto, puede implicar violación, tocamientos, obligar a la pareja a cumplir sus fantasías, denigrarla sexualmente, manipularla para obtener favores, etc. La noción de consentimiento es esencial.
VIOLENCIA ECONÓMICA
El objetivo de la violencia económica es privar a otros de su autonomía financiera para hacerlos aún más dependientes y así tener más control sobre ellos. En concreto, puede tratarse de un control excesivo de los gastos del otro, impidiéndole ganar dinero, adquirir cosas, utilizar los bienes de la pareja (como el coche, por ejemplo), etc.
También se manifiesta muy a menudo después de la ruptura cuando uno de los miembros de la pareja intenta “lavar” al otro para castigarlo.
VIOLENCIA SOCIAL
El objetivo de esta forma de violencia es aumentar el poder sobre una persona aislándola de quienes la rodean o controlando su esfera social. Puede manifestarse menospreciando o criticando a personas importantes para el otro (amigos, familiares, compañeros, etc.), proponiendo salidas sólo cuando el otro tiene proyectos planificados con quienes le rodean, obligando al otro a dar acceso a sus cuentas en las redes sociales, para luego analizar y/o criticar todos sus mensajes, controlar su ocio o pasatiempos, animarle firmemente a no trabajar fuera o a abandonar sus estudios, acusándolo injustamente de infidelidad.